viernes, 29 de agosto de 2008

Aportes de Jorge Laplaza


Jorge Laplaza desarrolló el final de su labor pedagógica y de investigación lejos de los grandes centros urbanos de nuestro país, pero el ambiente ajedrecístico estaba siempre a la espera de sus colaboraciones, no sólo de Argentina sino también del resto del mundo, dado que era muy respetado. En Menorca 2004, ofreció la siguiente exposición que mostramos a continuación a manera de homenaje y como estímulo para que sigamos su ejemplo.





PONENCIA CONGRESO DE MENORCA
LOS RASGOS GERMINALES DEL AJEDREZ INFANTIL Y EL DESARROLLO DE HABILIDADES INTELECTUALES
PROFESOR Jorge Laplaza (Argentina)

Introducción a las habilidades intelectuales
¿Qué es el nivel GERMINAL en el aprendizaje del ajedrez? Se trata de una incipiente habilidad en estado anterior a su formación o manifestación posible de pronosticar que dará lugar a determinada condición evolutiva perteneciente a una forma de inteligencia o una condición elevada en el ajedrez. Lo que tratamos aquí son las formas en que se manifiestan los niños cuando aprenden ajedrez y cómo el profesor toma conocimiento de esta posibilidad para que llegue a su plena formación.

Desde el primer momento del aprendizaje elemental los profesores estamos acostumbrados a buscar., no sólo un campeón., sino el máximo rendimiento de un alumno pensando en sus máximos potenciales de intelectualidad. Entre las dos opciones, cuando estamos en el club. Priorizamos lo competitivo y cuando estamos en la escuela lo formativo)de los réditos que el juego deja en el alumno. Desde todo punto de vista lo hacemos reconociendo trayectorias de trabajo persistente y otras habilidades o conductas que vamos a fortalecer. El Campeón será una comprobación de lo que queremos alcanzar, y no solo el deseo de triunfo porque sí, ni mucho menos con la idea despreciativa que se tiene en toda formación vulgar que lo limita por muchas razones (que el chico no sufra, por ejemplo)
El nivel GERMINAL lo podemos rastrear desde distintos planos de actividades que convocan a habilidades específicas de la formación del individuo pensante y resolvedor de problemas en general. Cada chico que se mete en el tema desde la primera clase tiene una forma de expresar sus nuevos alcances, sus nuevas visiones y mucho tiene que ver lo que se le dice desde un primer momento en que llega a la escuela: les decimos “Lo único prohibido es decir “NO SÉ o NO ME SALE o NO PUEDO” pues con esa disculpa premeditada lo que el chico expresará se le quitan los límites y la libertad de confiar en su propia idea y no solamente en la que le dice el profesor. Se admite, pues, el error y esta es la premisa fundamental: el chico que aprende lo hace si se tiene confianza en sus propias capacidades, convicción y seguridad y elimina de su cabeza el temor a equivocarse porque haremos del error una instancia propia del auto-aprendizaje Sólo de esta manera, el error será parte indubitable de su formación. Entonces las formas que se usan en la clase y el tipo especial que se consigue dar a las mismas difieren de lo normal. Germinan en el alumno las condiciones fértiles del campo virgen para nuevas habilidades. La programación y planificación de la clase puede diseñarse a través de preguntas a las que la mayoría de las veces se les pide respuestas aun antes de haber visto el tema. Todo es nuevo pero sin miedo intentamos resolver y ello hace a que el chico tenga gérmen de formas mejores de elaboración de sus dificultades y soluciones, Empieza a darse cuenta de que el error, si es didáctico, puede formar parte de su aprendizaje, que puede equivocarse didácticamente, Si algunos son genios desde temprana edad eso no es lo común y tanto principiantes como avanzados adoptan ese criterio para todas sus cosas.
El ajedrez es en sí mismo una tarea constante de trabajo en busca de soluciones a problemas que se plantean a cada jugada. O sea que el chico que soluciona o toma decisiones que después los resultados verificarán ha hecho en promedio, jugando nada más que diez partidas diarias a 40 jugadas por cada una. Será una ejercitación de 584000 decisiones en cuatro años desde los 7 a los 11. Medio millón de jugadas que cada una es un ejercicio de toma de decisión de resolución de problemas en su vida infantil nada más. Que además puede medir y comprobar su validez inmediatamente por el resultado de la partida o A TRAVÉS DE UN PROFESOR. que le sirva de mediador y de puente en el propio entendimiento del aprendiz
Estos Datos no son despreciables pues no tenemos para fines educativos una acción similar en densidad y creo que sólo esto bastaría para la inclusión del ajedrez como disciplina formativa de valor. Más cuando los sistemas educativos priorizan especialmente la información, la acumulación de datos, su retención memórica, frente a una adecuada instrucción sobre las formas de procesar datos e información que luego veremos es fácil de lograr en el ámbito ajedrecístico. Esta retención de información es, por lo general, empobrecida y frágil, en su almacenamiento y al ajedrecista que se lo prepara para la competencia deportiva por medio de sistemas codificados se le aparece como otro gran aporte de habilidad pero debe hacerse en forma organizada y apreciable en la manera de evocar y recurrir a la creatividad específica del juego cuando se desea emplear.
Esta capacidad de codificación es alentada desde los primeros pasos en un aprendizaje lector de jugadas y posiciones que por su codificación sirve para el estudio pero más, es un gérmen de distintas evoluciones futuras en el ámbito matemático – lógico.

Pero en el ajedrez la codificación simbólica viene estructurada con argumentos de una solidez teórica que poco a poco va insertándose en las formas de juego, (por ejemplo con las formas de registro de las jugadas, la codificación de las aperturas en la teoría, los cálculos de la fuerza relativa, la significación de comentarios por signos en la estrategia de la partida y la suma , resta y equiparación de fuerzas en oposición lo que da germen de operación matemática..

¿Qué es lo estratégico?
. Una forma de resolver en la que está involucrada la oposición relativa a las decisiones que se toman desde la persona o conjunto emisor de un concepto o acción y que decide su acción.
Es cuestión de hacer lo que conviene y no siempre lo mismo en cuanto a valor absoluto de una hecho a proponer, de una acción que puede ser resolvedora de un conflicto en un caso, pero esa misma resolución puede ser contraria a la mejor en otro caso. La línea de acción que se considera positiva, es decir, el conjunto de esas acciones constituye la “teoría” que sabemos hoy por la trayectoria de los estilos y descubrimientos de Nimzovich, y desde sus antecesores a los refutadores que menciona Watson en sus tratados, cambia según evoluciones que tengan en cuenta otros factores que los tomados por teóricos que no pensaban en general con sistemas de oposición prefiriendo porque es más fácil tenerlos como tablas permanentes de valores. Esta nueva apreciación valora lo heurístico con explicaciones que no son reglas pero que deben advertirse desde la elaboración de conceptos reversibles cuando se incorpora la creatividad, es decir la controversia y este factor es importante destacarlo.

¿Lo bello es lo exacto?
En el ajedrez la belleza tiene mucho que ver con lo controversial, distinto, original y sorpresivo para el común de sus practicantes. Esta posición de arte del ajedrez lo hace específicamente valorable y educativo del razonamiento.
Una definición de arte dada por el danés Piet Hein (danés. Filósofo, científico, poeta –1905) decía que el arte es la resolución de problemas que no pueden plantearse claramente antes de que hayan sido resueltos.
. Por lo tanto comprenderemos que la belleza que es algo que involucra a la obra artistica está en la mente no explicada de un conjunto ordenado o inteligente que contiene precisión y cierta ocultación para el común perceptible y cuando es explicada sorprende y es detalladamente comprensible luego. El ajedrez tiene esta particular sensación de exactitud que registran tantos tratados de ejemplos que maravillan esta cuestión de la belleza cuando una mente creativa especializada la pone a disposición en una partida o aparece en un esquema de solución de problemas. El germen está vívido en quienes no dejan que la respuesta les trunque la sensación de belleza que el alumno sabe que va a alcanzar con esfuerzo. La noción de arte en el ajedrez no resta campo a la lógica. Ya sabemos que dentro de la lógica parece existir poca fertilidad de arte. Pero sólo cuando la lógica puede explicar la obra artística se avanza en la comprensión de reglas nuevas o soluciones a controversias que adornan al ajedrez y dejan secuela y aprendizaje artístico. La cuestión reglamentaria o mejor dicho la noción de lo que se debe hacer es la lógica que ata los conceptos ajedrecísticos o no, de acuerdo con ideas estratégicas de valor estadístico por lo general. Las ideas estratégicas se van uniendo formando conceptos válidos a la hora de emplearlos en las resoluciones de problemas. Por eso existen manuales que reglamentan y explican conceptos que se han tomado por válidos en distintas épocas de la historia. La lógica en el ajedrez se delinea por conceptos que a su vez se conforman con explicaciones verbales asumidas y que sus valores tienen aplicación y comprensión genérica.
Llamo a esto “heurísticos”. Son explicaciones realizadas en forma evidente con palabras y conceptos que se convierten en componentes de las formas de pensamiento y permiten valorar la actividad de quien resuelve problemas. Por ello es que recomendé desde hace más de 25 años el libro “Ajedrez Lógico Jugada a Jugada”, un aporte de Irving Chernev que repite una y otra vez heurísticos claros y simples con lo que el aprendiz obtiene así un ejemplo que va incorporando ejercicio a su propia germinación de premisas con el juego.
El germen de estas valoraciones, en un chico, avanza en etapas evolutivas. Darse cuenta de cuál es el momento de adquisición de conceptos depende de la capacidad verbal de comprensión de un alumno. Dicha capacidad se forma con elementos que hay que saber su ubicación secuencial en la mayoría de los casos de aprendizajes. Y es lo más difícil percatarse de cuál es la mejor secuencia. Dado que por lo general cada persona tiene un ritmo propio de aprendizaje y que las experiencias de cada uno son distintas a las del otro; estas reglas estratégicas van formando el concepto de plan encadenado que el germen estratégico no asume hasta que tenga un sentido de completud mínima. Por ejemplo, si tomamos como eje el principio del juego daremos valor estratégico al centro, luego al desarrollo, a la seguridad del rey y a la estructura de peones que nos indicará por su lectura qué es lo que se debe hacer regimentariamente. Pero lo que se advierte ahora es que esas formas de planteos regimentarios no son unívocas sino que dependen de as acciones de oposición que consigan hacer los adversarios. Este es posiblemente el ideario de la propuesta de Watson al referir el estilo ultramoderno de Kasparov seguido de jóvenes como Mamedyarov o Drozdowsky: cada acción o lineamiento sin las condiciones de regla como era necesario en Nimzovich y anteriores (Tarrash, Steinitz) pero adecuada a cada situación de análisis y cálculo particulares de cada caso y frente a ideas de oposición cuestionadas por ka “teoría” de hoy, liberada de ataduras o cuestionada de principios estáticos. Desde Fischer y en Kasparov vemos este estilo dinámico del pensamiento ajedrecístico. Antes y no solo en el ajedrez, por alguna razón se quedaba en un acuerdo sobre procederes y principios, ahora el nuevo concepto de lo estratégico cambia la visión llevando a que es una amalgama de situaciones que, de acuerdo a como se las enfrente tienen que variar atentas a la conveniencia de ambos.
Los chicos principiantes tienen escasa noción de los planes hasta que se van abriendo posibilidades de acuerdo a la edad. Un ejemplo es la lateralidad de los comienzos de juego con las torres. Si analizamos las primeras formas del pensamiento infantil veremos un egoísmo que inmediatamente después de recibir explicaciones coherentes comprende que hay que ocuparse del otro, que está enfrentando a versión de uno mismo y hay que diferir el punto de vista. Este es el momento del gérmen. Si se lo aprecia exactamente se ve su evolución. La autocrítica genera mejores comprensiones del estado de lucha en la que el niño está involucrado. Por alguna razón no regimentada por factores estadísticos, los chicos creen que hay que ponerlas a disposición inmediata y abren con peones torres a la cuarta casilla la posibilidad de actuar. ¿Quién debe decirles y por qué que la torre no es la primera en ponerse a trabajar? No hay problema de resolución si uno juega 1. h4, liego 2. Th3 y después se pasa la torre al centro sobre todo cuando hay alguna posibilidad de dar jaque, por ejemplo si los peones se han cambiado y desaparecen de sus respectivas columnas. Si no consideramos la estrategia opositora sale todo bien pero la posibilidad de que nos jueguen un peón a d5 y a la siguiente jugada Axh3 hace que se recapacite y de acuerdo a lo que puede jugar el otro no hagamos Th3 y entonces la movida del peón a h4 se tornó inservible. Estas diferencias entre lo correcto e incorrecto tienen su gérmen en las experiencias enfrentadoras y hay que saber ponerlas a disposición considerando lo que los niños hacen de aprendizaje secuencial. Es decir que si no sabemos observar la secuencia natural para después cambiarla a raíz de una acción opositora no habremos dado un paso natural en la enseñanza. Allí nace la diferencia.
Hoy en día la cuestión de desarrollo estratégico en el pensamiento es cuándo y qué ejemplo poner frente a una acción considerada en principio como natural. Las maneras de competencia en este sentido necesitan que el alumno ponga sus errores al descubierto. Allí interviene decisivamente una imposición que uso siempre (la instrucción sobre el “no sé” adoptada como lema principal de nuestra escuela). El gérmen del pensamiento estratégico tiene mucho que ver con las propuestas flexibles del pensamiento lateral abarcador y de múltiple posibilidad de entrar a la consideración como mejor resolución.

Ver Múltiples alternativas, los ejercicios ASO y ESO.

El quiebre de la noción común propone pensar más alternativas hasta que se da entidad a lo oculto y quizá verdadero. La postergación del juicio permite ver desde la misma óptica a las posibilidades de educar en la creatividad estratégica y táctica. ¿Y qiué es la táctica? Un reordenamiento de secuencia de casillas débiles que por la acción de las piezas parece no existir como resolución hasta que por acción de métodos de ataque se comprueba la debilidad táctica que permite una ganancia concreta. El hecho de que ambas tengan tiempos de resolución –y de comportamiento- diferentes (la estrategia es lenta pero permanente y la táctica es violenta, sorpresiva y efímera en las debilidades, hace que prioricemos, pero no separemos a ambas: primero lo táctico y evidente a la hora de la explicación de resultado y luego la posición con reglas primero claras y luego complejas en forma aumentativa como es toda secuencia de aprendizaje.
Con este ejercicio de Sam Loyd he explicado varias veces cómo ver el sentido de exploración que tiene un hcico. La primera solución es poner el rey negro de modo que esté en posición de jaque mate (e3); la segunda es ponerlo en situación de ahogado (h1); la tercera que es el tema es mucho más difícil, incluso para jugadores con alguna experiencia: se trata de ubicar el rey negro de modo que las blancas muevan y entonces den mate.. Las formas de exploración primarias ubican la búsqueda entre el rectángulo formado por la irradiación de piezas d4-f4-d1-f1. La segunda área es el resto de la primera fila y las 4 primeras casillas de la columna a. La 3ª es la zona de influencia de la dama hacia el borde derecho. La 4ª es el centro y finalmente los rincones (a8 es la solución final). Una búsqueda con germinalidad científica e comenzar por h1 y seguir cada fila hasta terminar en a8 (el alumno observa la posición desde el lado superior del tablero). La búsqueda desordenada y repetida es índice de desorientación y es necesario observar cada forma de intento de resolución para argumentar sobre el germen de esta habilidad exploratoria.

En el estado germinal, la ubicación en el espacio y no tanto en el tiempo, es coordinar y gestionar el futuro capacitado de un alumno. Quizá esta instrucción primaria puede haber empezado desde el mismo nacimiento cuando el bebé es estimulado por el cariño y atención de los padres en el descubrimiento de objetos y el armado de estructuras visuales y por la curiosidad despertada en el bebé. Esta condición importante de la generación de habilidades se puede repetir en el principio de la enseñanza infantil del ajedrez. Sólo es necesario ponerle atención en ejercicios
Se puede sostener que el principio de la cultura táctica y el reconocimiento rápido de patrones reside en despertar habilidades visuales y relacionales con el tablero y con la relación de debilidad un poco más adelante dominando la capacidad de ataque de las respectivas piezas y sus dominios. Sabemos que el concepto de dominio antecede al de ataque y no es común entender la significación de los trabajos de las piezas y su influencia en el aprendizaje secuenciado. Saber qué y fundamental para percibir la generación de elementos del pensamiento que van a cómo es la serie *movimiento, alcance, dominio, ataque es un dato valioso en la faz germinal.
La visión táctica es la capacidad de tomar a golpe de vista toda esta secuencia concentrada en lo que llamamos “ver” una combinación. La ejercitación para alcanzar madurez impone una secuencia de valoración por temáticas que es eso lo que tienen los libros que resumen en ejercicios la creación de estas habilidades fundamentales que despiertan en el niño su interés por la directa capacidad de ganancia que se obtiene. Y no solo vale esto como ejercicio visual sino también y quizá más cuando ese despertar germinal de la táctica se acompaña con heurísticos

Ejercicio de observación y estructuración de heurísticos visuales ·”El príncipe”

Muchos autores definen a la calidad de la OBSERVACIÓN como el primer acto de Inteligencia que puede lograrse en un niño. Así es que pedagogos de todo el mundo han desarrollado juegos tendientes a lograr mejores habilidades con ellos desarrollando esquemas que producen asociaciones, descubrimientos y discriminaciones adecuadas a distintos niveles. Los clásicos juegos de descubrir los errores que aparecen en los diarios, por ejemplo sirven para afinar la exploración, los ’memotest’ para la asociación visual y su memoria. Pero el ajedrez tiene que ver con situaciones visuales mucho más complejas. En todo caso, permite la posibilidad de trabajar en casos específicos de estructuración del pensamiento cuando las operaciones visuales adquieren características propias de razonamientos estratégicos. Este ejercicio puede ser útil al maestro para pedir desde un principio algunas calidades que después se podrán trabajar con el ajedrez. Ellas son: la calidad de la exploración inicial, la posibilidad de concluir sobre las jerarquizaciones que se logran, la precisión y la creatividad basada en que la imagen produce fantasía y originalidad en las percepciones asociativas.
En el ejercicio 1 que propongo, se le presenta la figura al niño diciéndole que ponga prioridades en una lista de elementos componentes. Y que luego jerarquice u ordene esos elementos percibidos. En su juego, el alumno explorará la figura detallando elementos y al final de las opciones debe decir un título para todo el contexto visual. Ello logrará percibir la calidad de la síntesis que haya logrado. La exploración sobre los elementos puede ir asociando síntesis parciales como relacionar al chico con la corona, al hombre parado de espaldas y el cuadro. Lógico es suponer que puede comprenderse que else trata de un príncipe infante que juega al ajedrez con su padre, el rey y el cuadro representa al padre de éste. O mejor, que el rey es el del cuadro y que el hombre parado es quien le está enseñando el juego, desafiándolo a una partida a ciegas. Es posible que algún niño diga que “el rey murió y el príncipe está siendo entrenado en inteligencia pues debe asumir el trono con su profesor que le exige habilidades mostrándoselas en su persona”, como concluyó sobre el particular un niño muy despierto e imaginativo. La visión del entorno propio, interno, es lógica primaria con la mesa, el juego, la silla, los ventanales, el piso en cuadrícula, las vestimentas. Pero deben dejar lugar a la circunstancia exterior, el tiempo, la geografía que tienen implicaciones específicas y demuestran equilibrio. La casa de afuera con techo cubierto de nieve y los copos apenas delineados deciden visiones sumamente finas, llegando al máximo con la percepción del pino cubierto de nieve. Mis experimentos fijan las percepciones comunes de las niñas en los volados de los ventanales, el moño del cuadro, el armiño del saco del profesor o el color de las vestimentas y, especialmente en lo gordo del profesor y el color del cabello del príncipe y más en la barba del rey o su larga cabellera o las coronas. También muy especialmente en las relaciones entre probable abuelo, padre e hijo. Un chico entrenado en el ajedrez dirá que en el tablero hay 5 piezas: un rey y peón blancos y la dama en manos del príncipe y que las negras sólo disponen de peón y torre. Pero más enjundioso será si ve que el tablero es de 4 x 7 casillas. Lo que denotaría un interés por la intriga es lo que hay en la silla. ¿de qué se trata? Un estudio de casos resolvió que la mayoría optaba por el “no sé”, los pícaros decían que es un pinche para que el chico no se sienta a descansar en el asiento y siga con la clase y seguían con cosas más imaginativas.
¿Qué perite el juego con esta imagen? Dar un primer paso sobre la percepción de la calidad visual que desarrollará con el ajedrez el alumno y despuntar características psicológicos de su armado visual-conceptual que podrán derivarse en las posibilidades de relacionarlos con aprendizajes heurísticos en el juego.

El Peón Rey. Observación del detalle/ Concentración
LA OBSERVACIÓN ESTRUCTURACIÓN Y DETALLES

1. Describe los 10 elementos del cuadro más importantes por orden, Luego poner un nombre al cuadro


que hacen abarcar toda posibilidad de referencia a condiciones generales y completas para estructurar con conceptos también la visión táctica. Resumiendo, diremos que la estrategia es la definición de planes cotejados con las oposiciones y se realiza mediante ideas, conceptos explicables y palabras que las representan y la táctica es la forma de ejecutar después del reconocimiento de patrones de planes cortos concretos. La estrategia es modificable a cada paso por las oposiciones tenidas en cuenta, mientras que la noción de táctica se encuentra ligada a la percepción y evaluación calculable de valor evidente.
La medición y el aumento de las habilidades del alumno o de la persona entrenada nos relacionan con el rédito que se obtiene desde y para la habilidad matemática. No sólo son cálculos sino los distintos valores taxativos de las operaciones ajedrecísticas de ganancias medibles (cuantificables) en valores concretos y semiconcretos.
Se trata del diseño de instrumentos capaces de evaluar en qué condiciones se presentan ante la faz germinal los alumnos que vienen sin preparación a la primera clase de ajedrez. Luego en situaciones de mayor experiencia de los chicos es etner claro un seguimiento de cada persona que se desarrolla con habilidades de mayor complejidad. Allí la forma de los tests acompañará al instrumento de evaluación. El aspecto germinal no tiene solo que ver con el alumno principiante. Quiere decir que los entrenamientos a que se somete a un jugador con vistas a un futuro deportivo de rendimiento máximo pueden tener etapas en secuencias sabiendo cual parte viene anterior a cada otra. Por ejemplo una preparación germinal en la retentiva de variantes largas pero lineales podría ser la enumeración sencilla hasta determinado número y luego con esa misma relación desandar la serie. Al hacerse con números como parámetro bien conocido de una secuencia la analogía de trabajo deja sus rastros en el entrenamiento de alto rendimiento en ajedrez.
Otra de las habilidades en las que se puede observar el nivel germinal es el tema del análisis en el que la exploración, y su respectiva conclusión va tomando cuerpo a medida de la experiencia del juego. Las etapas son: visión global (es un sobrevuelo de la posición en búsqueda de elementos característicos que es asimilable a lo que se llama Reconocimiento en los métodos de Estudio RILRR. Se mira la posición como desde lejos sin compromiso de resolución. Luego un análisis que es enfocar los aspectos del la configuración y con un compromiso se llega a primeras conclusiones. El comportamiento del análisis tiene puntos culminantes que generalmente escapan al común de los analistas principiantes. Puede venir luego la síntesis que permite tomar datos ya para dar soluciones y por fin el repaso para contar con posibles lagunas tanto en la exploración como en el trayecto de análisis propiamente dicho. Una vez lograda la síntesis es posible incorporar las analogías para completar el cuadro. La analogía es una comparación entre síntesis de elementos dispares o que pertenecen a contextos diferentes. Sirven para reproducir mecanismos o ideas trasladando efectos en un campo a otro totalmente distinto, pero actuado con similaridad. Retroalimentando posibilidades diferentes pero creativas. Tanto como es posible analogizar la Siciliana a la Holandesa por ejemplo por su forma asimétrica de la disposición de peones o jugando por ejemplo 1.c3 y a su contestación con 1...e5 jugar 2.c4 y tomar analogía con el dispositivo y planes negros de Sicilianas con colores cambiados pero total similaridad de estrategias. Pero el campo donde más se desarrolla la percepción de la habilidad analógica como elemento específico de la creatividad son los problemas de mate ayudado con dos o más soluciones. Un campo creo inexplorado en las cuestiones didácticas del ajedrez que forman habilidades.

En el trayecto de aprendizajes iniciales se dan secuencias que se deben analizar la lateralidad es primaria y casi nunca se encuentran principiantes totales que inicien el juego por el centro a menos que se le hayan dado instrucciones básicas. El jugar 1.h4 es común; cuando se ve en forma germinal un comienzo por el centro se detecta alguien que ha tomado clases con un profesor, pero, si tiene habilidades centrales propias, hay que considerar como posible un esquema pensante adelantado a su edad cronológica. En la percepción del campo (con el ejercicio de la dama en f7 se ve un germen de avances en la visión táctica, que es la completud. También en las formas de pensamiento estratégico podemos observar la germinalidad ya que no es común en el pensamiento del chico que considere a su oponente. Pensar para el otro es, en esta secuencia, bastante posterior por eso en el aprendizaje se tiene que tomar conciencia de esto y acelerar la toma de conciencia de que se está jugando con el oponente para dar crédito e iniciación al pensamiento estratégico. Que implica la cotejación permanente.
También la memoria es posible observarla y medirla en los aspectos germinales de la adquisición de habilidad en el juego
El siguiente ejercicio nos pèrmite ver casi desde la primera clase con qué base fértil empezaremos conociendo al alumno. Se le pide que descubra todos los trayectos posibles en dos jugadas para que la dama coma a la tore. Son nueve y depeendiendo de cuanto tarda en completar la serie de los 9 y con qué orden de dificultad (los dos más largos que pasan por b7 y a2 son los más difíciles). No es fácil que un principiante raso descubra los 9 explorando todos los trayectos en pocos minutos.


Es conocido es ejemplo de ordenamiento según posiciones estructuradas para el ajedrecista experto, pero para el principiante es lo mismo si es una posición compleja o no o teórica o no.
La evaluación de las habilidades germinales depende de los estados del niño y para ello hay que saber cuáles son y cómo empiezan a aparecer en el transcurso de las clases de ajedrez vinculadas a las distintas operaciones que se presentan en el curriculo escolar. La fijación del recuerdo, la evocación más rápida, el planteo creativo de las analogías, la capacidad de sintetizar después del análisis, la exploración minuciosa y ordenada, la selección de alternativas seriadas, las demás habilidades de pensamiento lateral más las cuestiones relativas a los estados emocionales bien manejados hacen que el ajedrez sirva a los fines educativos con fuerza y prestancia. Y por ello se emplee como herramienta educativa y que no son separadas ambas formas de expresar el ajedrez de los niños. No creo en eso de que el ajedrez se arma de una manera en la escuela y de otra en el club. Ambas quieren y buscan lo mismo y las conveniencias dependientes de tiempo, ámbito y responsabilidades parecen distintas pero ambas tejen el entramado de la superdotación como meta.
Es posible que el rasgo germinal en toda forma de progreso con el ajedrez sea posible de percibir con la incorporación de observaciones de carácter psicológico, con un entendimiento profundo de las instancias secuenciales del aprendizaje. El establecimiento de esta secuencia en el ajedrez puede ser difícil para quien no tiene un nivel importante de manejo de la complejidad del juego. La posibilidad de trazar o establecer aunque con reservas una auténtica TAXONOMÍA alentaría a percibir de manera integral la constructivista relación entre logros de los contenidos conceptuales, actitudinales y procedimentales moderna. Con lo que dejamos esta propuesta de investigación que debería ser compartida por docentes y ajedrecistas. La colaboración para una nueva didáctica donde las tres se equilibren. No como el peso de la báscula en la escuela cae en la priorización del concepto, no como el contrapeso caiga en el procedimiento redituable que propone el ajedrez – deporte y con una apelación al futuro actitudinal que se reparte hacia ambos lados de los platillos de la balanza de progreso.



2 comentarios:

Escuela de ajedrez de FASGBA dijo...

Este artículo me pareció genial. Resultó muy interesante la visión germinal, la secuenciación de contenidos, el hecho de entender una partida de ajedrez como un continuo de decisiones donde el error es resignificado constantemente, y especialmente la apreciación de la figura del docente como PUENTE vital que permite conectar y comunicar dos lecturas o aproximaciones en el intercambio generacional dado entre quien traduce la posición a quien intenta dilucidar los innumerables acertijos que depara la contienda ajedrecística.

Hernán dijo...

Este artículo me pareció genial. Resultó muy interesante la visión germinal, la secuenciación de contenidos, el hecho de entender una partida de ajedrez como un continuo de decisiones donde el error es resignificado constantemente, y especialmente la apreciación de la figura del docente como PUENTE vital que permite conectar y comunicar dos lecturas o aproximaciones en el intercambio generacional dado entre quien traduce la posición a quien intenta dilucidar los innumerables acertijos que depara la contienda ajedrecística.