martes, 25 de noviembre de 2008

Reunión de entranamiento/ Estrategia






Psachis,L - Chekhov,V [C55]URSS 1980




Alexander Kotov



Planeamiento /Un único plan.



Después de dividir una posición en sus elementos, y después de sintetizados los detalles, un gran maestro llega a tener una idea más o menos exacta de la posición que hay ante él. Le resulta claro saber quién tiene mejor partida, o quién tiene la iniciativa; sabe dónde están las debilidades de su propia posición y dónde están los puntos vulnerables de su oponente: tiene una idea clara de lo que va a hacer al apoderarse del control de las columnas y diagonales; sabe qué piezas tienen que ser trasladadas, dónde y en qué consisten los problemas del centro. El complicado y laborioso proceso de valorización está terminado, y ahora él se pregunta cómo debe continuar. En otras palabras, ha llegado la hora de formar un plan de campaña. No hay probablemente ningún otro concepto estratégico que un estudioso del juego se haya repetido tanto como el de concebir un plan, y no hay, sin embargo, ninguno que ignore más. Desde el principio de la partida, el jugador sabe que va a llevar a cabo un plan determinado. Aquél sobre el que se ha escrito y se ha hablado tanto, es el plan para el medio juego, aunque yo honestamente confieso que durante mucho tiempo no pude comprender este interés en tener un plan para cada caso. Simplemente, no podía concebir cómo un complicado combate con inesperadas trampas y jugadas, con la ventaja cambiando continuamente de manos se pudiera ajustar a un plan general único. "Tenga un plan durante toda la partida", aconsejaban los libros de texto, y yo intentaba en vano seguir este consejo. En mis propias partidas, el lado estratégico era mi punto más débil. Luego me causó una gran impresión la partida Romanovsky-Vilner, en la primera edición del libro de Romanovsky El medio juego. El consejo de este gran conocedor del Ajedrez ha sido a menudo, una buena guía en mis esfuerzos para perfeccionar mi juego, y esta partida sobre todo dejó en mi una indeleble huella. Aquí está, con sólo un pequeño esquema del plan con el que, según Romanovsky, pasó las cinco horas que duró la partida, y al que dedicó muchas páginas en su libro al describirlo.



(52) Romanovsky,P - Vilner,Y [A06]URS-ch05 Moscow (10), 1927[Kotov]
1.Cf3 d5 2.e3 Cf6 3.b3 Ag4 4.Ab2 Cbd7 5.Ae2 Axf3 6.Axf3 e5 7.d3 c6 8.Cd2 Ad6 9.0-0 De7 "El blanco está ya bien movilizado escribe Romanovsky- , pero antes de hacer un plan de campaña y decidir qué fines va a seguir, tiene que tener bien claro en qué flanco enrocará el negro. La siguiente jugada del blanco resuelve este punto, ya que sería peligroso para el Rey ir al flanco de Dama, puesto que los Peones del blanco están dispuestos para atacar allí. 10.a4 0-0
Este fue el momento, en que el blanco ideó su plan. Como objetivo de la primera fase del plan, eligió la débil casilla 4AR del negro, donde el blanco desea atrincherar su Caballo. Romanovsky examinó muchas maneras de conseguir esto, pero se decidió por el camino más corto.Cl A-3R-5A. Primero debe aclarar el camino. 11.g3 Tad8 12.Ag2 Tfe8 13.De2 De6 14.e4! Cf8 15.Tfd1 Cg6 16.Cf1! Ahora el Caballo llegará a su destino. ¿Resultará esto embarazoso para el negro? Es difícil decirlo, pero las intenciones del negro merecen nuestra aprobación; es bueno saber que es mejor llevar a cabo un plan consecuentemente, aunque no sea el mejor, que jugar sin ningún plan en absoluto. La peor cosa es vagar sin objeto. Vilner decide no dejar al Caballo ir al lugar deseado, y lo elimina del tablero. Esta es también una difícil decisión. No es seguro que sea una buena linea, pero sí es cierto que el negro la persigue por un mal camino. 16...Ac5 17.Ce3 Axe3 18.Dxe3 d4?
Equivalente al suicidio. El negro se priva de contrajuego en el flanco de Dama, y deja además al blanco las manos libres en el flanco de Rey. 19.De2 Cd7 20.Tf1 Dd6 21.Aa3 c5? Otra jugada espantosa. El blanco provocó este avance con el fin de "congelar" el flanco de Dama negro de una vez por todas, y el negro intenta evitar esto a toda costa con el ñn de mantener la posibilidad de penetrar con su Dama por las diagonales negras. 22.Tae1 Cb8 23.Ac1 Cc6 24.f4 f6 25.f5 Como se vio más tarde, el blanco debió de retrasar esta jugada y haber hecho 25.D5T, con el fin de mantener al Rey enemigo en su flanco. Ahora, sin embargo, de acuerdo con las reglas de la defensa en tales ataques, escapa al otro lado del tablero. [ 25.Dh5] 25...Cf8 26.g4? [ 26.Dh5] 26...Rf7 27.g5 Re7 28.Tf3 Rd7 29.Tg3 Rc8 30.gxf6 gxf6 31.Af3 Cd7 32.Dg2 a5 33.Ah5 Te7 34.Tg8 No resulta difícil ver que el débil juego del negro y su completa pasividad le han dejado con una partida desesperada. Las piezas pesadas del blanco, y luego sus Alfiles, penetran en la posición del negro. 34...Cb6 35.Ah6 Tc7 36.Td1! impidiendo cualquier contrajuego con P5A. Romanovsky juega esta fase de la partida, lo mismo que hizo cuando presionaba, con gran maestría. 36...Cb4 37.Td2 Rb8 38.Dg3 Ra7 39.Tg2
El negro debió haber explotado el lapsus temporal del blanco y jugar P5A. 39...Cc8 40.Df2 Cc6 41.T2g3 Ra6 42.Dg2 Tcd7 43.Ae8 Tc7 44.Af8! C6e7 45.Af7 Db6 46.Axe7 Txe7 47.Txd8 Dxd8 48.Tg8 Dc7 49.Ae6 Ca7 50.h4 Cc6 51.h5 Ra7 52.h6 Cd8 53.Ad5
Era más correcto jugar 53. Ac4. Ahora el negro se lanza a un desesperado contrajuego. 53...Cf7 54.Dg7 Db6 55.Axf7 Db4 56.Dxf6 De1+ 57.Rh2 Df2+ 58.Tg2 Df4+ 59.Rh3 Df3+ 60.Tg3 Dh1+ 61.Rg4 Dd1+ 62.Rh4 Dh1+ 63.Rg5 Dc1+ 64.Rh5 Dh1+ 65.Dh4 Dd1+ 66.Dg4 Después de describir el curso de la partida y sus propios pensamientos, Romanovsky escribe: "La última y principal conclusión que falta es la que sigue. En cada partida debemos de tener un único plan básico, y llevándolo a cabo, conseguiremos una prolongada inicitiva. La iniciativa así obtenida, tenderá a incrementarse hasta llegar a ser suficiente para forzar una victoria". Luego pregunta: "¿Podríamos decir que en la partida de Vilner se llevaron a cabo algunos planes?" Y contesta: "¡Ciertamente que no!" Mi reacción fue de inmenso asombro. ¡Todo previsto y planeado desde la primera jugada hasta la última! ¡Que armonía de propósitos y qué concentrados pensamientos! ¡Qué fino trabajo de arte fue esa partida! Para mí, mis propias partidas eran sólo episodios que no estaban unidos por ningún plan. Intenté comenzar a jugar haciendo planes, estudiando un esquema concreto desde la apertura hasta el final, ¡Pero a pesar de todos mis esfuerzos y profundos pensamientos al respecto, no conseguí llegar a ninguna parte! Pensaba hacer un largo y sistemático asedio al P3TD de mi oponente, pero de pronto él me distraía totalmente con complicaciones tácticas a lo largo de la columna AR: mientras que cuando yo planeaba conducir un ataque sobre el Rey enemigo, me encontraba con que tenía que aplazarlo para ocuparme de otras amenazas más urgentes al otro lado del tablero. En otras palabras, no conseguía nada; mis partidas todavía consistían en episodios aislados que yo febrilmente intentaba unir en un armonioso conjunto. Estaba desilusionado y sumido en una profunda desesperación. No es de extrañar que fínalmente abandonara todos los intentos de hacer planes y volviera al análisis táctico y a las simples soluciones intuitivas, sin ninguna pretensión de profundos pensamientos posicionales. Fue sólo mucho más tarde, cuando yo había conseguido una gran comprensión del juego, que el asunto del plan único llegó a estar claro para mí. Estoy firmemente convencido de que este problema sigue siendo el menos claro de todos los problemas estratégicos del Ajedrez, así que vamos a ir un poco más lejos. En la partida de Vilner había una lucha entre bandos desiguales. El blanco no encontró ninguna resistencia y llevó a cabo fácilmente su operación de controlar el flanco de Rey enemigo..La falta de oposición hace que se comprenda fácilmente la ejecución de un único plan de campaña. Sin embargo, cuando usted se encuentra con un fuerte adversario imaginativo, que se opone a cada una de sus intenciones, no sólo con medidas defensivas, sino también contraatacando, entonces está lejos de ser sencillo llevar a cabo un plan único. Entonces, ¿en qué consiste realmente un único plan? Como yo lo confundía mucho, consulté con mis compañeros grandes maestros, y finalmente llegué a la conclusión de que la siguiente detínición puede dar una idea de lo que encierra el proceso de planeamiento durante una partida real: "Un plan único es la suma total de las operaciones estratégicas que se siguen una a otra por turno, y que cada una lleva a cabo una idea independiente que se presenta lógicamente de las exigencias de una posición determinada." Esto es, no hay un plan que esté pensado para llevarlo a cabo desde la primera jugada hasta la última, pero sí hay una serie de pequeños planes. Usted ve un objetivo concreto, planea cómo conseguir ese objetivo, lleva a cabo el plan y luego repite todo el proceso una y otra vez durante toda la partida. Si su oponente le obliga dejarlo a la mitad, o usted mismo decide que el objetivo es inasequible, entonces cambie su plan. Invente uno nuevo, elija un objetivo diferente. Si alguna jugada inesperada cambia de repente la posición, ¿por qué persistir en llevar a cabo un plan que no se adapta a la nueva situación que se le ha presentado? En ese caso, usted debe, por fuerza, pensar en un nuevo plan. La definición dada anteriormente está apoyada por la siguiente cita de Bronstein: "Se debe a Tarrasch una idea que todavía prevalece en nuestros días, la de que existen las llamadas partidas lógicas, en las que un bando lleva a cabo un plan lógico desde el principio al fin como la demostración de un teorema de geometría. Yo no creo que haya tales partidas entre oponentes de la misma fuerza, y el comentarista que da esas impresiones es a menudo el ganador de la partida, quien demuestra que lo que ocurrió es lo que él quería que ocurriera". Por lo tanto, nuestra opinión coincide. Un plan único como la demostración de un teorema de Euclides es un suceso muy raro, y se puede encontrar sólo en partidas donde, para usar el lenguaje del fútbol, "todo el juego llevaba al mismo fin". Esta no necesita ser una partida entre jugadores de muy diferente fuerza de juego, pues podía darse el caso de que en esta partida en particular un jugador esté en buena forma, mientras que su oponente, por una u otra razón, no pueda dar lo mejor de sí. En la inmensa mayoría de las partidas en que conseguimos encontrar pequeños planes con separadas intenciones estratégicas, este estado de cosas no excluye la posibilidad de que la partida tenga en conjunto un sistema lógico. 1-0

No hay comentarios: